Restaurant Sant Antoni

Una masía típica catalana acoge el restaurante Sant Antoni con el encanto añadido de haber pertenecido a la misma familia desde hace dos generaciones. Primero fue vivienda, luego hostal, tiempo después restaurante y, tras un paréntesis de cinco años que se traspasó el negocio, de nuevo ha vuelto a manos de los dueños originarios. Actualmente Enric pone todo su esfuerzo e ilusión en devolverle al restaurante el prestigio de antaño, con la solera de siempre, a base de platos tradicionales, con productos de la tierra y una cuidada carta de vinos.

Tipo de cocina: platos de siempre con toques atrevidos
Como no podía ser de otra manera, predominan las recetas caseras a partir de una cocina catalana, mediterránea y, sobre todo, de especialidades a la brasa hechas con leña de encina. Pies de cerdo o galta de ternera guisados son algunas de sus recetas estrella. “Son platos sin florituras, raciones muy completas y con toques atrevidos”, explica Enric. Para ello se sirve de las buenas carnes de Girona, ingredientes de la huerta del Maresme..., “productos de buena calidad”. Su experiencia, primero en el restaurante de la familia y luego en otros, le aporta la seguridad de saber lo que quiere ofrecer a sus clientes y, sobre todo, le da fuerzas para lograr su objetivo: que Sant Antoni vuelva a ser el que era, con clientes fieles de más de 30 años y un renombre ganado a pulso.

Vinos y postres: carta de vinos al detalle
Al propietario, gran amante de los vinos, le gusta hablar de su carta, cuidada hasta el más mínimo detalle y donde el cliente encuentra más de 60 referencias de vinos, cavas y champagne francés con su correspondiente explicación acerca de sus variedades, nota de cata, bodega, Denominación de Origen y la foto de la botella. Riojas, Riberas del Duero, Albariños... “Es una carta variada, completa y equilibrada”, comenta. Por otra parte, entre los postres de elaboración propia se ofrecen cremas, flanes, trufas y pudings, pero el cliente también cuenta con una gran variedad de sorbetes y helados.

Decoración y ambiente: de masía pero moderna
La decoración responde a la clásica de una masía, con sus muebles antiguos, pero modernizada y adecuada al cliente de hoy. También hay una chimenea en cada comedor pero sólo se enciende en invierno la del principal, para unas 50-70 personas. De ambiente familiar y acogedor, el restaurante se encuentra en una urbanización de Premià de Dalt, entre la Serra de Marina y el mar Mediterráneo, en la finca de toda la vida hoy rodeada de torres y donde el hermano de Enric conserva el celler en el cual vende vinos y cavas. Entre semana predomina el cliente de empresa y los fines de semana, las familias, parejas, la gente de las torres vecinas, etc.

Otros: pequeñas celebraciones
En Sant Antoni los grupos disponen de cuatro menús adaptados al cliente y también de dos salas privadas para 40 y 35 comensales más un salon principal para 110 comensales, respectivamente. Pequeñas celebraciones como bodas, comuniones, comidas de empresa, cenas de amigos, etc. disfrutarán de un servicio personalizado ajustado a sus necesidades. Cabe destacar la comodidad de llegar y poder aparcar sin ningún problema y los más pequeños tienen unos jardines donde poder correr a sus anchas. En verano también tienen una terraza.