Patricia Bonet

Jamás se separó del color. Es su forma de vida, literalmente; es imagen modelada por el Universo. Patricia, mujer artista y creación de energía, herencia del Sol y del Cosmos infinito. Patricia Bonet desnuda su ser mientras observa, de manera complementaria, desde dentro y desde fuera. Como esa montaña qué en su proyección firme hacia al cielo, desafía la gravedad y relativiza el riesgo a la caída, sobrevolando el dilema de ser pico o ser águila. Trasciende, sublima. Permanece, respira. Habita creando. A través de sus propias vivencias, que abarcan años de devoción y práctica diaria, Patricia Bonet profundiza en los principios del yoga, adquiriendo una comprensión más profunda y certera de su fin último. Y no es el inmenso beneficio para la salud lo que le impactó, sino ser testigo directo de que el cuerpo es el primer paso que damos en el camino para integrarnos con el resto del Universo. Yoga significa Unión. La cultura yógica lleva miles de años dedicada a elevar la conciencia de de quienes la practican. Este elevamiento no se limita únicamente a la geometría del cuerpo o al control de la respiración; abarca también la cultivación de otros aspectos, como la concentración y la meditación. Sin embargo, el yoga va más allá de una mera práctica física; implica un modo de vida completo, una filosofía aplicada. Además de fomentar el bienestar físico, el yoga abraza una ética personal que promueve la responsabilidad, la generosidad y la búsqueda de la verdad. Para el auténtico practicante comprometido, explorar y progresar de manera equilibrada en todas las ramas de la vida, reflejadas por extensión en los principios del yoga, se vuelve esencial. Este enfoque integral no solo enriquece la experiencia del yoga, sino que también contribuye a una evolución armoniosa en todas las dimensiones de la existencia. Para mí, arte y yoga, en esencia, son lo mismo. Distintos caminos para un mismo destino. He optado por vivir el máximo tiempo en la verdad y la bondad. Crecer en el respeto y asumir mis errores como parte del aprendizaje. Procesos que me ayudan a seguir creciendo y a saber quién soy. No aspiro a ser perfecta, pero me encantaría ser cada día más sabia. Ser semilla y fruto del amor y del despertar amplio de la consciencia. Yo Soy, Yo Siento, Yo Hago, Yo Amo, Yo Expreso, Yo Veo, Yo Se. Al ritmo que Patricia va caminando, su proceso va conduciéndole hacia un estado de mayor plenitud y entrega. Primero, la curiosidad despertó su interés, sin más pretensión que conocer más de cerca esta cultura y filosofía hindú. Años más tarde, una tediosa y frágil condición de salud le invitó a profundizar en la práctica. Además de ayudarle a desvelar nuevas aptitudes y actitudes que le permitieron vivir de una manera más coherente y consciente, su perseverancia y confianza en el proceso favoreció sorprendentemente su recuperación. Desde entonces sintió una clara necesidad de formarse como instructora de yoga, y así poder compartir su conocimiento, desde la experiencia, con otras personas que decidan sanar y evolucionar. Su vocación por compartir, junto a la riqueza de esta cultura oriental, le anima a segui r formándose y aprendiendo cada día, cada año. De manera paralela a su propio desarrollo personal y como fruto de esa vocación por ayudar y hacer crecer su entorno crea Art On You. Un proyecto de transformación social vertebrado por el Arte y el Yoga al que lleva dedicada más de una década, y donde ejerce también como profesora de hatha yoga (Art On Yoga). Un centro co-cerativo ubicado en Benicasim desde donde proyecta colaboraciones con otros centros de naturaleza humanista.