Según estudios científicos durante el acto sexual, los genitales femeninos reciben un mayor volumen de sangre con el consiguiente hinchazón del clítoris, así mismo los nervios pélvicos aportan el riego sanguíneo sobre la zona irrigándola por completo e incrementando su sensibilidad. Pero aún así hay un porcentaje de mujeres que no alcanzan el orgasmo por penetración, pero que sí los obtienen cuando simultáneamente ellas mismas o sus parejas realizan algún tipo de caricias o presión sobre el glande del clítoris hasta hacerles llegar. Esta mujeres no son anorgásmicas, son orgásmicas solo que necesitan aparte de la penetración estimular el clítoris. El vibrador por tanto si cumple con el cometido cuando es usado para estimular las paredes superiores de la vagina donde se encuentran las ramas internas del clítoris y que denominamos el “punto G” que es le detonante del orgasmo.
Por tanto toda mujer debería tener un consolador ya sea para uso íntimo o para jugar con su pareja y descubrir nuevas sensaciones mucho más placeteras.