Viaje a Asia con Alberto y su nueva bicicleta MOMA

Alberto López es un joven leonés de 33 años cuya pasión por las bicicletas le llevó en el verano del 2013 a recorrer el Camino de Santiago. Tras quedarse en paro, las ganas de experimentar nuevas sensaciones le llevaron a pedalear incansablemente de León a Burgos, de allí a Pamplona y el País Vasco y a lo largo de toda la cornisa cantábrica, quilómetro a quilómetro, siguiendo el Camino hasta llegar a Santiago de Compostela. Una experiencia que muchos otros han vivido antes que él y que muchos otros lo harán después. Alberto fue conociendo gente y contemplando -y capturando con su cámara de fotos y de vídeo- bellísimos paisajes montado sobre su bici, a la que llamó Babieca en honor al legendario caballo del Cid.
Pero tras alcanzar la meta planeada, Alberto no emprendió el viaje de vuelta a casa, sino que decidió proseguir su experiencia encima de la bici recorriendo Portugal. Una tierra bella y llena de gente hospitalaria que no defraudó las expectativas creadas. Tras recorrer el país vecino tampoco vio el momento de volver a casa. Le había cogido el gusto a viajar en bicicleta hasta tal punto que decidió emprender un tercer tramo peninsular por toda la Costa del Sol, una zona que años atrás había recorrido en coche y que decidió conocer en esta ocasión con el detenimiento que solo una ruta en bicicleta puede proporcionar.
Al pasar por Granada vio truncados abruptamente sus planes: una fisura encontrada en su bicicleta le obligaba a cambiar de montura sí o sí. Por ello, se vio obligado a hacer un parón técnico que aprovechó para trabajar duro unos meses. Recibió su nueva máquina en Salamanca: una bicicleta Moma con cuadro de acero, que había comprado por internet. Ya en su cabeza rondaba una idea magnífica, iniciar un viaje hasta Tailandia, un país que le apetecía conocer.
Tras esos meses de parón decidió regresar a su Bierzo natal, casi un año después de realizar desde allí su primera salida rumbo a Santiago. Pero no estuvo mucho tiempo parado en casa. En seguida emprendió esa nueva ruta, esta vez internacional, que le iba a llevar a la otra punta del mundo y que empezaba de forma obligada haciendo paradas en ciudades como Valladolid, Segovia, Madrid, Valencia... y Barcelona, donde la marca de bicis Moma Bikes tiene su tienda.
Alberto visitó el establecimiento y explicó en primera persona al equipo de Moma Bikes sus experiencias, sus planes, sus ilusiones... En definitiva, su sueño. Unas palabras que destilaban sacrificio, emoción y humildad, conceptos que comulgan perfectamente con el trabajo que día a día realiza la gente de Moma Bikes para tratar de satisfacer las necesidades de sus clientes.
Tras su escala barcelonesa, Alberto ponía rumbo a París para desde allí enlazar todo el norte de Europa (Holanda, Bélgica, Dinamarca, Suecia, Alemania), bajar hasta Italia pasando por Suiza, recorrer los Balcanes y desde el extremo oriental de Europa recorrer el antiguo Camino de la seda hasta llegar a Tailandia... y quién sabe a dónde más.
Un viaje alucinante que seguiremos atentamente en el blog Crónicas de una bicicleta y que este joven aventurero hará sobre una Moma Bike. No será, eso sí, sobre el modelo que compró por internet, sino sobre una bicicleta de montaña de gama alta preparada especialmente para él por el equipo de la tienda, que quiso agradecer de este modo a Alberto el haber confiado en Moma bikes para llevar a cabo este -discreto pero enormemente ilusionante- proyecto vital.

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