Está al alcance de todo aquel que quiere saber la causa de su malestar y encontrar su propia solución; independientemente de la edad, la gravedad del problema, la premura, o el nivel cultural. Por tal motivo esta terapia puede aplicarse a niños, adolescentes, jóvenes y adultos; y es el tratamiento adecuado para un amplio campo de dificultades.
A título de ejemplo: Ataques de ansiedad, ataques de pánico, crisis (de pareja, matrimonio, procreación, hijos, estudios, laborales), depresión, disfunciones sexuales, duelo no resuelto, enuresis, fenómenos psicosomáticos, fracaso escolar, hiperactividad, problemas en el aprendizaje, trastornos de la alimentación, trastornos generalizados del desarrollo, urgencias subjetivas, vértigos,…
Inventado por Sigmund Freud a principios del siglo XX, el método psicoanalítico se dirige a tratar los síntomas, el sufrimiento, el malestar y las dificultades que podemos encontrar en nuestra vida. Su práctica no ha permanecido inmutable, ha ido evolucionando de acuerdo a las características de cada época y sus síntomas. Gracias a Jacques Lacan, el psicoanálisis sigue siendo una herramienta útil para abordar el malestar propio a este siglo XXI.
Tanto en la época de Freud, como en la nuestra, el método analítico se basa en el concepto de inconsciente y su desciframiento a la hora de encontrar explicaciones y soluciones concretas al sufrimiento, los problemas, o los malestares que nos afectan. En ese punto, muestra su diferencia respecto de otras psicoterapias que buscan la adaptación y la clasificación de los sujetos.
El psicoanálisis, apunta a lo particular, a lo más singular de cada uno de nosotros. Por eso no hace ni evaluaciones, ni mediciones, ni aplicación de procedimientos y protocolos estándar. A tal fin, se apoya en los sueños, las equivocaciones, los actos fallidos y en las ocurrencias de la persona que consulta. Se apoya en la palabra del sujeto y en la interpretación por parte del analista, sin pretender con ello la adecuación a los Ideales, buscando siempre la resolución de la dificultad.
Su duración dependerá de los objetivos que la persona se marque. Sus efectos terapéuticos no se hacen esperar.