Para un fumador, el riesgo de padecer cualquier enfermedad en la boca es tres veces mayor que el de una persona que no fuma. Y las enfermedades progresan con mayor rapidez además de dificultar su detección precoz y verse limitados sus tratamientos:
Las bacterias son más agresivas
Los vasos sanguíneos están afectados, reducen su calibre por lo que no se muestran signos de inflamación, tan importante para desenmascarar entre otras, patologías de las encías (gingivitis, periodontitis, mucositis, periimplantitis)
Los tejidos periodontales se alteran
El sistema inmune está dañado reduciendo las células defensivas y empeoran su funcionamiento.
Además, fumar provoca:
Manchas en los dientes
Mal aliento (halitosis)
Deterioro del sentido del gusto y el olfato
Cáncer oral
Por todo esto, te recomendamos dejar de fumar. Pide ayuda si es necesario. Si lo consigues, a las 4-6 semana, habrán mejorado sensiblemente:
La vascularización de la encía.
La respuesta al tratamiento.
Los riesgos, en general.
Siempre consulta a tu dentista o acude a tu clínica dental
Noticias relacionadas
La lengua, ¡esa gran olvidada! Debemos cepillarla regularmente con el cepillo dental o con un ...
La placa bacteriana es el factor desencadenante de las enfermedades periodontales o de las encías: ...
Tras un tratamiento con implantes dentales debemos mantener una correcta higiene y cuidado de la ...
El molesto bruxismo es el hábito involuntario, y a menudo inconsciente, de rechinar los dientes ...