Reiki: un descubrimiento a tu propio interior

Hay muchos sistemas de armonización que se basan en la imposición de manos, canalizando la Energía Universal. Esta energía se conoce por muchos nombres como Prana, Mana, el Chi, el Ki, etc.. La mayoría de las culturas desarrollan maneras diferentes de trabajar con la energía sutil, y sus diversas necesidades provocan frecuentemente diferencias en las técnicas. Un sistema hawaiano, uno tibetano y uno hindú son totalmente diferentes en la forma de trabajar con energía, pero tienen un denominador común, y es que todos trabajan con la fuerza universal de la vida.

Reiki es un sistema de equilibrio y armonía energéticos que fue redescubierto y desarrollado en Japón, por Mikao Usui. Reiki no es religión. No hay dogmas implicados en Reiki. Ser canalizado por Reiki no trae consigo ninguna conversión de creencias o prácticas espirituales de alguna religión. Reiki y otras energías que curan, quedarán conectadas con la mayoría de los sistemas espirituales que crean o que tienen en cuenta la existencia del trabajo de la Energía Sutil. La palabra Reiki significa: REI (Universal) y KI (Energía). El sistema de Reiki es sencillo, que cualquiera puede aprender a usar para desarrollar la armonía y la integridad física, emocional, mental y espiritual, tanto para sí mismo como para los demás. Cuando se quiere recibir un tratamiento de Reiki, se dirige al reikista con la intencionalidad de que le transmita la energía universal, y así poder solucionar desequilibrios emocionales, físicos o espirituales. Un reikista nunca podrá utilizar herramientas de cualquier otra profesión (siempre y cuando no acredite ninguna titularidad sobre ello) que no sea única y exclusivamente la de canalizar energía. Recuerdo que Reiki es una terapia energética complementaria a cualquier otra clase de tratamiento, ya sean tratamientos de medicina alopática u otros. Una de las finalidades que también tiene Reiki, es que se puede enviar a cualquier persona, grupo o situación de cualquier parte del mundo, ya que la energía universal está en todas partes, y por consiguiente, el receptor recibirá la energía de la misma manera que si se le hiciese una sesión presencial. El terapeuta deberá saber el lugar y la hora (previo acuerdo), para poderle mandar la energía curativa allá donde esté el receptor. Siempre es mejor que, cuando se vaya a recibir un tratamiento a distancia, podamos dejar de un lado nuestras tareas y dedicarnos exclusivamente a relajar la mente. De esta manera, la predisposición podrá ayudar a centrar los objetivos de cada uno. La eficacia del tratamiento a distancia es exactamente igual de eficaz que si se hiciera presencial. No hay límite de distancia. La experiencia es muy personal, cada uno reacciona de manera distinta. Los 5 principios de Usui Sólo por hoy, no te preocupes Sólo por hoy, no te irrites Honra a tus padres, profesores y ancianos Muestra gratitud hacia todo ser vivo Gánate la vida honradamente

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