Para todos aquellos que necesiten escapar por un tiempo de la civilización, las Azores suponen un destino ideal, pues aparte de poder disfrutar de la naturaleza en estado puro, serán atendidos por sus simpáticos habitantes. Un ambiente de tranquilidad que invita al relax y al descanso.
Conociendo las islas
El archipiélago portugués, ubicado en el Océano Atlántico al oeste de la Península Ibérica, destaca sobre todo por su relieve volcánico y goza de un clima subtropical, suavizado gracias a la humedad de las Corrientes Cálidas del Golfo, lo que supone un ambiente muy agradable para pasar unos días de vacaciones. Igual de agradable es bañarse en sus cálidas aguas, con unas temperaturas que rondan entre los 16ºC y los 25ºC.
Las Azores la conforman nueve islas, que se dividen en tres grupos: Oriental (San Miguel y Santa María), Central (Pico, Faial, Terceira, Graciosa y San Jorge) y Occidental (Flores y Corvo), siendo las principales Pico, Terceira y San Miguel, donde se encuentra la capital, Punta Delgada.
Aunque cada isla ofrece un espectáculo para los sentidos, cada una de ellas destaca por méritos propios. Así, la isla de Terceira es ideal para el turismo cultural. No en vano, su ciudad más importante, Angra do Heroísmo, forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1983 y es la sede principal de la Universidad de las Azores. En ella hay un hermoso centro histórico con las fortalezas de San Sebastián y San Juan Bautista, de los siglos XVI y XVII, los palacios barrocos de los Bettencourts, una catedral y destacadas iglesias del siglo XVII y del siglo XVIII.
Por su parte, la isla de San Miguel es conocida por sus lagos volcánicos, sus manantiales sulfúricos, sus playas, sus montañas y sus ciudades históricas. Además, dispone de las únicas plantaciones de té de Europa.
¿Qué hacer en las Azores?
Aunque la mayoría de los turistas que llegan al archipiélago van buscando tranquilidad, las Azores son mucho más que un destino de playa. El visitante no se puede perder, entre otros, las vistas del volcán Pico, localizado en la isla del mismo nombre, cuya altura alcanza los 2.351 metros sobre el nivel del mar. También es conveniente adentrarse en los bosques, para apreciar su espectacular vegetación y fauna, y hacer una excursión marítima para observar a los delfines y ballenas que pueblan sus aguas. Con suerte se podrá tener la experiencia de nadar con ellos. En la isla de San Miguel, se pueden realizar otro tipo de actividades, como un recorrido en bicicleta o un baño en sus piscinas de agua termal. Por último, si se decide visitar las islas en los meses de junio a agosto, es obligado pasar por la hermosísima isla de Faial, en la que se puede disfrutar de todo el esplendor de hortensias florecidas durante estos meses.