La crisis ya es más que una evidencia, es una realidad. Las familias españolas ya no saben cómo desprenderse de gastos, a priori, superfluos. Uno de esos desembolsos que a casi nadie le gusta realizar es la compra de neumáticos nuevos para el coche, lo que está llevando a muchos conductores a forzar el deterioro de las ruedas de su automóvil hasta límites poco recomendables.
La Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción (Conepa) advirtió acerca de las posibles consecuencias de la tendencia a ahorrar en las revisiones periódicas de los vehículos en general y en el cambio de los neumáticos en especial: Todo esto va ligado directamente a la seguridad vial.
Lo cierto es que según los datos aportados por asociaciones de automovilistas de ámbito nacional, el buen estado de los neumáticos es vital para circular con seguridad. En el último año el 62% de los accidentes de circulación que se registraron por culpa de fallos mecánicos estuvieron causados directamente por el precario estado de los neumáticos. Además, según se indica en las estadísticas de la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial), el 1% de los accidentes que se registran en España se debe directamente al mal estado de las ruedas.
Ante este panorama, la Guardia Civil se ha puesto las pilas, y a instancias de la DGT se ha propuesto concienciar a los automovilistas con campañas informativas y aumentando las sanciones: tráfico se ha puesto exigente con los conductores para que vigilen la seguridad de sus vehículos.
En ese sentido, el Código de Circulación es extremadamente claro: el mínimo legal de profundidad establecido por cada uno de los cuatro neumáticos de un turismo es de 1,6 milímetros. En el caso de que las ruedas del coche tengan una medida inferior a lo legalmente exigido, las sanciones no se hacen esperar. Además lo cierto es que las sanciones son duras: multas e inmovilización.
La sanción por el mal estado de los neumáticos asciende a 200 euros, por considerarse una infracción grave. Además, la Benemérita tiene potestad para inmovilizar el coche en cuestión cuando éste tenga al menos tres de los neumáticos con grave deterioro por considerarse el vehículo no apto para la circulación.
Cabe recordar que los expertos recomiendan llevar la presión recomendada por el fabricante y que aconsejan el cambio de las ruedas cuando la profundidad del dibujo del neumático no supera los 2,5 mm (0,9 mm por encima de los mínimo exigido por la ley). Además circular con una presión excesivamente baja supone un mayor consumo de combustible y mayor desgaste para los neumáticos, y rodar con las ruedas más infladas de lo recomendable, supone un riesgo de aquaplaning en ciertas ocasiones, e una pérdida de adherencia en curva.
Según los expertos, un estado óptimo de los neumáticos puede salvarnos de algún que otro apuro; desde Yofindo queremos recordar a los conductores que las ruedas no se cambian en la Fórmula 1 por gusto, sino porque son el único punto de agarre del coche a la carretera, y cuando están desgatados no garantizan los suficientes niveles de seguridad.
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