El tiempo es hoy en día de lo que más carecemos. Vamos mirando el reloj a todas horas para cumplir con nuestros deberes, obligaciones y ociosidad, valoramos especialmente no desperdiciarlo y lo último que queremos es esperar y más cuando somos los receptores de algún servicio privado.
Los pacientes de nuestras clínicas dentales hoy no compran un servicio clínico de entrada intangible, compran experiencias y en función de cómo podamos conectar con sus necesidades seremos los elegidos.
Todos los pacientes son igual de importantes para la clínica, lo que a la hora de aprovechar bien las agendas debemos tener en cuenta un orden de prioridad. El orden tiene en cuenta el tipo de paciente y nuestro grado de esfuerzo en demostrarle, hoy no se trata de vender, se trata de que nos compren.