La empresa ha redactado un código ético que fomenta el funcionamiento transversal, el Comercio Justo, la inserción de personas con discapacidad y la responsabilidad medioambiental, entre otros. «A Movie Blues nunca ha tenido cabida el sistema piramidal», dice contundente su gerente, Xavier Altozano. Este empresario «formado en la rama de la pedagogía», desafió el sistema empresarial típico hace 14 años ?cuando obré el negocio de càtering?, y apostó enconadamente por la participación activa de todos los trabajadores. Entonces, no previó que la responsabilidad social y el estilo «cooperativista» le serviría, ahora, por sobrevivir al difícil contexto económico. «Esto que nunca hemos sabido positivitzar, está siendo nuestra salvación», advierte aligerado, todo y «el 25% de disminución» este año en la facturación. El secreto del éxito no es cabeza otra que fomentar el potencial humano, a través de la «presa de decisiones compartida». Dos golpes el año, los 19 trabajadores que actualmente tiene la empresa se reúnen en asamblea por tomar decisiones en materia de sueldos, de política de contratación de personal, las vacaciones o el reparto de beneficios. «Es un sistema atípico en una empresa privada, pero siempre lo hemos defendido. Ahora, en tiempo de crisis, se ha demostrado que nos está ayudando a echar adelante», asegura Altozano, que se felicita por no haber hecho «ninguna ERO». «Hay otras empresas que han debido reducir la plantilla hasta un 60%», lamenta. También es «transgresor» el lugar dónde se acostumbran a hacer estas asambleas. «Todas, excepto la última, las hemos hecho fuera de Santa Paloma: en càmpings o casas rurales, en un ambiente distendido y dónde nos cocinan», dice con una sonrisa. Aun cuando puede parecer un sistema idílico, ha que tardaron en hacerse a la idea que podía incidir en el funcionamiento de la empresa. Altozano se encontró. «Algunos trabajadores han tardado dos o tres asambleas a convencerse!», asegura el gerente, medio sorprendido. Y continúa: «Hay gente que necesita buscar siempre el referente. Acostumbra a pasar con los trabajadores recién llegados, que provienen de otros lugares de origen dónde no existen condiciones laborales. Cuando entran a la empresa y saben que pueden meter baza, quedan descolocados.» Altozano cree que el problema rae en la «fuerte dependencia» del sistema tradicional empresarial, que tiene cabezas y trabajadores «absorbidos». De las asambleas de Movie Blues han surgido ideas y «soluciones» por superar la crisis, como una reestructuraciónrestructuración más óptima de los beneficios que se reparten entre los trabajadores o la creación de nuevas iniciativas dentro del càtering, como el servicio Take Away (comida por emportar). «Hemos hecho muchas lluvias de ideas que nos han servido por replantear nuevas fórmulas», asegura. Visto esto, aspectos como la igualdad de oportunidades, la paridad entre hombres y mujeres, el Comercio Justo, la responsabilidad medioambiental, la solidaridad o la inserción de jóvenes con discapacidad ni se cuestionan. «Los tenemos reunidos en nuestro código ético», dice Altozano. «Todo esto hace que tengamos un sello diferenciador que nos da un valor añadido a la hora de comunicarnos», concluye.
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