La dichosa crisis a torpedeado el mercadeo que habia con las exclusivas de los restaurantes.
Por desgracia no ha desaparecido esta práctica y la han reconvertido en el famoso canon por venta realizada.
La drástica caida que ha sufrido el sector de la fotografía (ignorada por todos) ha provocado la
desaparición o reconversión de las "exclusivas fotograficas".
La rápida introducción de internet a permitido a muchos profesionales posicionarse y ofrecer sus servicios en igualdad de condiciones que las exclusivas, esto permite al cliente final un amplio abanico de posiblidades y precios.
Como todo, la parte negativa radica en la cantidad ingente de información a procesar y en muchos casos el intrusismo de desaprensivos.
Es por esto que recomendaria primero verificar quien es quien y sobre todo favorecer la visita al estudio, como garantía de que hay algo más que una buena web.
Otro responsable directo de éste descontrol, es la administración que permite la economía sumergida que se ha establecido en este vacio de poder.
Se ha llegado al extremo que algunos ofrecen precios irrisorios, y dañan la credibilidad y el hacer profesional del colectivo de fotógrafos.
Todas estas circunstancias perjudican gravemente la actividad y el desarrollo profesional de quienes estamos legalizados y pagamos nuestros impuestos.
Ya que la administración ni regula ni controla dichos desmanes, deben ser los clientes quienes deben exigir a quien le ofrezca sus servicios, por lo menos la entrega de factura.