Entrevista al Dr. Pedro Caro, Director Médico de Oculsur
Técnicas para la corrección de la alta miopía, hipermetropía y astigmatismo
“Dentro de los procedimientos para la corrección de los defectos refractivos que conlleva el uso de gafas, el de mayor crecimiento en su indicación en los últimos años es el implante de lentes intraoculares fáquicas, es decir, lentes que se implantan en el interior del globo ocular sin sustituir su lente natural de enfoque de visión cercana, llamada cristalino”.
“En los diferentes tipos de lentes implantables fáquicas, la que ha presentado mayor seguridad y eficacia hasta la actualidad es la lente de ICL, que ha sido aprobada por la FDA (institución
que controla, en Estados Unidos, la aprobación de nuevas técnicas quirúrgicas) después de haber comprobado la seguridad y eficacia en 55.000 ojos intervenidos con esta técnica”.
“La lente ICL puede corregir un rango más amplio de dioptrías de miopía, hipermetropía y astigmatismo que las técnicas corneales con láser (Lasik o PRK)”.
¿Qué es una ICL?
Lo primero que tengo que precisar es que las lentes implantables ICL no son sólo para alta miopía sino también para miopías medias y bajas, así como para hipermetropía y, desde hace dos años, para la corrección de astigmatismos miópicos fuertes.
Una ICL es una lente intraocular usada en la cirugía refractiva para corregir miopía, hipermetropía o astigmatismo miópico. Es similar a la que se utiliza durante la cirugía de catarata pero, sin embargo, no sustituye la lente natural, llamada cristalino, sino que se implanta entre el cristalino y el diafragma iridiano, es decir, el iris del paciente.
¿Qué hace diferente a la ICL?
La primera condición es la composición única de esta lente, fabricada con un material llamado colamero. De hecho, ICL quiere decir ‘lentes implantables de colámero’. Este material tiene mayor biocompatibilidad que las lentes acrílicas o de silicona utilizadas para cirugía de catarata. El segundo punto es un procedimiento con seguridad y eficacia probada por el organismo oficial más severo, en cuanto a implantación de técnicas, que es la FDA de los Estados Unidos, después de 55.000 implantes. La tercera ventaja es que la ICL no altera de forma permanente, salvo complicaciones, la estructura del ojo, ya que no es un procedimiento corneal láser en el que alteramos de forma definitiva la estructura de la córnea, ni es una cirugía de lensectomia o cristaliniana en la que sustituimos el cristalino del paciente. Las técnicas de lensectomía están indicadas cuando
los cristalinos no tienen función, en edades de presbicia. La edad más común aceptada del paciente hipermétrope para realizarle cirugías cristalinianas es a partir de los 45 años y en pacientes miopes a partir de los 50 años. La cuarta ventaja importante que define los implantes de ICL es que, aunque la ICL está diseñada para permanecer en el ojo indefinidamente, en caso necesario podría ser extraída del ojo, volviendo el órgano visual a su integridad anatómica previa.
¿Nos podría resumir las ventajas de los implantes de ICL?
1º. La biocompatibilidad.
2º. La flexibilidad.
La lente ICL puede corregir un rango más amplio de dioptrías de miopía, hipermetropía y astigmatismo que las técnicas corneales con láser (Lasik o PRK).
3º. La simplicidad.
Es un procedimiento sencillo que se realiza con anestesia tópica o pequeñas incisiones con unas incidencias de complicaciones intraoperatorias mínimas.
4º. La seguridad.
Las lentes implantables de colámero se han implantado con éxito en más de 55.000 ojos, con una incidencia de complicaciones muy baja. Además, en los controles posteriores de satisfacción, el 98% de los pacientes intervenidos están satisfechos con el resultado obtenido, un porcentaje excepcional comparado con cualquier otra técnica quirúrgica en medicina.
5º. La calidad visual.
Ésta es, en muchos casos, la principal ventaja de los implantes de ICL. La cirugía corneal con láser tiene un resultado excelente en casos de miopías baja y media; por esto consideramos un límite de hasta 8 dioptrías para los tratamientos láser, siempre que la córnea que vamos a tratar tenga una buena calidad estructural antes de operarse.
Es indiscutible que las lentes implantables de colámero consiguen una mayor calidad visual respecto a la cirugía corneal con láser, en pacientes intervenidos por encima de 8 dioptrías y también por debajo de 8 dioptrías, en caso de que la calidad corneal previa no fuera suficientemente buena para permitir un resultado satisfactorio con láser.
Resumiendo, si tenemos un paciente con una miopía baja o media con una calidad corneal aceptablemente buena, no hay diferencias en cuanto a resultado entre las cirugías corneal con láser Excimer o con implante de lentes de colámero ICL. Sin embargo, con una miopía por encima de 8 ó bien si la calidad corneal previa está comprometida o no es la adecuada, los resultados visuales son superiores con ICL que con técnicas tradicionales de corrección con láser Excimer. Igualmente, y con la aparición de las ICL TÓRICAS, (lentes intraoculares capaces de corregir no sólo la miopía, sino también el astigmatismo), se haampliado la indicación quirúrgica a pacientes con altos astigmatismos asociados a miopía, que eran malos candidatos a cirugía corneal y, sin embargo, obtienen muy buenos resultados con las ICL TORICAS.
¿Podría resumirnos quiénes pueden ser candidatos a la ICL?
Los candidatos pueden ser pacientes mayores de 25 años con defectos miópicos, hipermetrópicos, astigmáticos estables y hasta los 45 años de edad por termino medio. A partir de esta edad, los resultados de la lensectomía refractiva (sustitución del cristalino présbita por una lente intraocular) y, sobre todo, con implante de lentes intraoculares multifocales para la operación de la presbicia, son superiores a los implantes de ICL. Para determinar el candidato se necesita, además, un estudio previo del paciente por parte de un oftalmólogo experto que determine si las características del ojo del paciente se ajustan a un estricto protocolo de seguridad para realizar este tipo de implante. Igualmente, como cualquier cirugía refractiva, no está indicado operar ojos que presenten enfermedades crónicas o graves asociadas.
¿Cuáles son las contraindicaciones o los problemas que pueden originar los implantes de ICL? ¿Duran toda la vida?
Las complicaciones descritas por el uso de esta técnica, y que se pueden presentar de una forma significativa, básicamente son:
1º. Porcentaje pequeño de pacientes (que ronda el 1% de los casos) en los que tras el implante podemos tener una hipertensión ocular postoperatoria, habitualmente sobre la primera semana, que en el caso de no ceder con tratamiento médico puede obligar a explantar la lente. Ésta es una de las grandes ventajas de esta lente: que la complicación puede ser resuelta con el explante de la lente.
2º. Al ser un implante intraocular fáquico y estar colocada la lente en el interior del globo ocular, por delante del cristalino, puede hacer aumentar la incidencia de aparición de catarata. En la última estadística publicada sobre estos 55.000 casos, se constata un 5% de aparición de catarata en los primeros 5 años después del implante de la lente. Sin embargo, sobre este punto hay que decir dos cosas:
- Basándome en la experiencia de quienes llevamos más de 1.000 implantes realizados con ICL, hay dos periodos diferenciados. El primero desde el año 1998 hasta el 2002, donde la incidencia de catarata es del 5%. Sin embargo, en los últimos años, del 2002 al 2007, no se sobrepasa el 1% y es porque en la actualidad sabemos qué pacientes tienen mayor riesgo de inducir catarata con el implante de la lente intraocular ICL.
- Además, la catarata post implante de ICL es una complicación que se soluciona con una intervención relativamente sencilla para un oftalmólogo experto, consistente en retirar la lente implantada ICL, operar la catarata y volver a implantar una lente mono o multifocal que corrija el problema.
De los pacientes que se operan en sus clínicas, ¿qué porcentaje se opera con cada técnica?
Actualmente, para corregir defectos refractivos, incluida la presbicia (pérdida de visión de cerca asociada a la edad, comunmente conocida como vista cansada), intervenimos a un 60% de los pacientes mediante técnicas corneales con láser Excimer, un 35% de los pacientes mediante lensectomia refractiva mono o multifocal, y un 15% de los pacientes con implantes fáquicos de ICL.
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