ESTUDIO CERO, ALCANZA EL NIVEL II DEL ESTÁNDAR DE CALIDAD CMMI CON CARÁCTER INTERNACIONAL

24/04/2009.- Estudio Cero, ha alcanzado esta semana el nivel II del estándar de calidad del software CMMI (Capability Maturity Model Integration) tras la superación del SCAMPI-A que ha tenido lugar en las instalaciones de la compañía. Este nombramiento tiene carácter internacional debido a que parte del equipo de evaluación tenía procedencia foránea.

Fieles a su compromiso de innovación y mejora continua, hace aproximadamente un año, Estudio Cero comenzaba los trabajos para alcanzar el nivel II de CMMI, dentro del proyecto Pymética CMMI impulsado por Eticom en colaboración con la empresa pública Sandetel de la Consejería de Innovación Ciencia y Empresa y con el respaldo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Esta misma semana, este mérito ha sido otorgado a la compañía, situándola entre las apenas cincuenta empresas en España con esta certificación.

CMMI es un modelo para la mejora de los procesos de desarrollo y mantenimiento de sistemas y productos de software creado a petición del Departamento de Defensa de los EEUU por el Instituto de Ingeniería del Software de la Universidad norteamericana Carnegie Mellon y publicado en su primera versión en el año 2002. El proceso de certificación general se organiza en cinco niveles que garantizan la existencia de procesos descritos y específicos para los diferentes proyectos de la empresa, así como la transparencia en el seguimiento de los mismos y el cumplimiento de sus plazos.

La obtención del nivel II de CMMI aportará a los proyectos desarrollados por Estudio Cero y a sus clientes mayor efectividad en la detección temprana de errores y una reducción en las desviaciones en plazo. Además, favorecerá un incremento en la capacidad de adopción y adaptación de nuevas tecnologías, mayor rapidez y efectividad de respuesta ante las exigencias del negocio y un resultado predecible para los proyectos.

La consecución de este segundo nivel de CMMI supone para Estudio Cero situarse entre el medio centenar de empresas en España con esta distinción, así como entre la élite europea de empresas desarrolladoras de software, ya que en los últimos años CMMI se ha convertido en el modelo de referencia de procesos como un estándar internacional para la industria de la tecnología de la información. A lo largo de todo el proceso ha sido imprescindible la implicación de todo el equipo de la compañía.

La evaluación se denomina SCAMPI-A (Standard CMMI Appraisal Method for Process Improvement), y durante los cinco días de duración se evaluan de forma exhaustiva todas las áreas de proceso de CMMI para determinar el nivel de madurez de una organización y/o área interna de desarrollo. El responsable del proceso es un “lead appraiser” externo con autorización del Software Engineering Institute (SEI). En el caso de Estudio Cero, esta figura ha tenido procedencia internacional, por lo que el SCAMPI-A ha tenido el mismo carácter.

La institucionalización de los procesos requeridos por CMMI, asegura una mejora en la producción de la empresa y permite definir una estrategia de crecimiento adecuada, lo que se traduce en una reducción de tiempo y coste, así como en mayores niveles de calidad y satisfacción para los clientes.

Una de las actividades que han protagonizado los trabajos durante estos meses ha sido el desarrollo de POCoMo (Project Oriented Monitoring & Control), herramienta de gestión interna de proyectos que ha favorecido en parte la adopción de cada uno de los procesos. Gracias a esta herramienta, se puede definir un proyecto como un conjunto de tareas y documentos que, siguiendo una planificación establecida, nos permite desarrollar una aplicación de manera coordinada. Además, permite la generación de informes desde una web desarrollada específicamente a tal efecto. No obstante, y dado el breve plazo de implantación, POCoMo seguirá creciendo tras el SCAMPI-A.

El nivel II, también denominado como gestionado, asegura que los procesos desarrollados en Estudio Cero son planeados y ejecutados de acuerdo con una política bien definida. Además, garantiza que se emplean personas preparadas que tienen los conocimientos necesarios para crear outputs adecuados: monitorizados, controlados y revisados.

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