El miedo es una emoción básica, universal y necesaria. Muchas personas la perciben como negativa. No hay emociones positivas o negativas, sí adaptativas o desadaptativas. El miedo ha permitido nuestra evolución hasta el día de hoy. Nacemos con la alarma del miedo activada para la supervivencia. Nuestro cerebro está programado para protegerse. Gracias a la neuroplasticidad cerebral, podemos enseñarle a no protegernos tanto y a arriesgar más.
Cuando experimentamos miedo nos acercamos o huimos de aquello que tememos. Cuando el miedo nos invade y no es gestionado adecuadamente, hace que no podamos vivir de un modo pleno, es aquí cuando hay que prestarle especial atención. Detrás de nuestros miedos, hay creencias autolimitantes que nos alejan de lo que nos gustaría en la vida.
¿Cuál es tu propósito en la vida?, ¿Consigues todo lo que te propones?, ¿Qué harías si supieras que vas a tener éxito seguro? Preguntas poderosas, orientadas a responder con honestidad y darte cuenta, tomar conciencia de que no hay nada que te impida realizar tus sueños, más allá de esas creencias. Pregúntate si el miedo, está detrás de tu no acción, elabora nuevas estrategias y hazle frente. Modifica tus creencias. Has venido a brillar, los límites en tu vida los pones tú. Toma conciencia de pensamientos del tipo, no seré capaz, y si me sale mal, no puedo, y sustitúyelas por otras más optimistas y realistas. El cambio se produce cuando realizamos acciones diferentes. Recuerda que tus comportamientos son el resultado de tus emociones y pensamientos, basados en tus creencias.
En este tema, es importante recordar dos zonas metafóricas: la Zona de Confort, aquella que transitamos cuando nos movemos en lo conocido, sea agradable o desagradable, en lo cómodo, en lo que realizamos cada día, donde nos sentimos seguros y la Zona de Oportunidad/Crecimiento/Aprendizajes, cuando hacemos cosas a las que tenemos miedo. La zona donde comienza la aventura, un camino para valientes. Donde los sueños se cumplen y el éxito es de entrada, haberlo intentado. Para superar los miedos es necesario honestidad (reconocerlos), compromiso (querer cambiar) y dedicación (constancia y perseverancia), los cambios no suceden rápidamente, es necesario repetirlos hasta consolidar los nuevos aprendizajes, hasta convertirlos en hábitos. Montar un plan de acción y salir de la zona de confort hacia la zona de oportunidad, expandiendo la primera. Posiblemente te sentirás molesto/a, torpe, ansioso/a, ridículo/a, etc., porque estás andando por terreno desconocido. Esta sensación irá en detrimento cada vez que salgas más y más, te darás cuenta de que aquello a lo que temías va desapareciendo, se va integrando en tu zona de confort. Tu autoestima mejorará y cada vez te sentirás más capaz de lograr todo lo que te propongas.
Está demostrado científicamente, que se sienten más satisfechas y realizadas aquellas personas que se han arriesgado hacer algo que les importa aunque no lo hayan logrado, que las que nunca se atrevieron. Así que, mejor intentarlo y no lograrlo, que no intentarlo. Permite que el miedo te proteja pero que no te limite. Aunque tengas miedo hazlo, habrás dado un gran paso hacia tu éxito. Tú eres el/la protagonista de tu vida. Cree en tí.
Victoria Camejo. Psicóloga Habilitada Sanitaria.
Servicios a domicilio, en consulta y on-line. Particulares y empresas.
Nº Col. T- 2725.
Tel. 686423646.
Noticias relacionadas
Muchas personas confunden el placer con el amor a uno mismo. Cuando se llevan a cabo actividades ...