El Vivero Municipal del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, situado al borde del barranco de Santos en el barrio de La Salud, contará este año con una moderna planta de fabricación de compost, que se empleará posteriormente en el abono orgánico de los parques y jardines de la ciudad, un proyecto que cuenta con un presupuesto de 800.000 euros y que está financiado a cargo del segundo plan E.
En una nota de prensa, la Corporación santacrucera ha informado de que la nueva planta estará instalada en el recinto del Vivero Municipal, una parcela de propiedad municipal que tiene 28.000 metros cuadrados y cuyo cerramiento perimetral será reforzado para evitar la entrada de personal ajeno al mismo que, en distintas ocasiones, ha provocado destrozos y diversos daños a las instalaciones y a las plantas que allí se cultivan.
El Vivero Municipal ya cuenta con una pequeña planta de compostaje pero se encuentra obsoleta. El nuevo sistema a implantar permitirá que el reciclaje de los restos vegetales procedentes de los espacios verdes de Santa Cruz se transformen en un excelente material destinado a la mejora de la productividad de los suelos del municipio dedicados a parques y jardines. El compost obtenido mediante este procedimiento será de una gran riqueza mineral y nutricional y permitirá un excepcional aporte orgánico en beneficio de los árboles, arbustos y palmeras de los espacios verdes de la capital.
CARACTERÍSTICAS
La nueva planta se concibe como una plataforma techada de 559 metros cuadrados en la que se reciclarán miles de metros cúbicos de residuos orgánicos. Su piso tendrá una solera de hormigón fratasado para impedir que los líquidos lixiviados procedentes de la fermentación penetren en el subsuelo y lo contaminen. De hecho, estos lixiviados, que una vez tratados también contribuyen a la producción del compost, son recogidos por una red de drenaje y revierten en el compost después de un proceso que genera un producto orgánico estable, libre de patógenos, semillas y malas hierbas.
El proceso se consigue mediante la manipulación mecánica de elementos como la temperatura, la humedad, el ph, así como la aireación y el balance de nutrientes, además de la presencia de una población microbiana adecuada.
La planta cuenta con un techo para que el producto no se moje con la lluvia ni tampoco se vea perjudicado por los rayos solares. En su interior se realizará la preparación, fermentación y maduración de los residuos llegados de los espacios verdes urbanos. La trituración de restos vegetales, especialmente de los más resistentes y que proceden del arbolado, sufrirá una trituración previa en el Palmétum y, desde allí, serán conducidos en camiones hasta el Vivero Municipal.
Este recinto, una vez reforzados sus muros y elevadas sus verjas en altura, contará también con un sistema autónomo de vigilancia por videocámaras conectadas a una central de alarmas, lo que contribuirá a que el local sea más estanco y se evite la entrada de personas ajenas al servicio. Fuente: El Dia