EL INSTRUSISMO LABORAL EN EL SECTOR SERVICIOS

Según explicaba el DIARI de Tarragona, y a causa de la profunda crisis vivida en España, el intrusismo laboral va en aumento en todos los rubros del sector servicios y el de los servicios de limpieza no podía ser la excepción.

La presión por ahorrar gastos pone contra las cuerdas a sectores como el de mantenimiento o la limpieza

Según Maribel March (gerente y propietaria de la empresa de servicios de limpieza de Tortosa ‘Net 100x100’), en lo que va de año, su facturación en las comunidades de propietarios ha descendido un 25%, mientras que en las industrias y comercios lo ha hecho un 15%.

Buena parte de estas pérdidas se atribuyen al intrusismo y a la competencia desleal; el dumping (venta-pérdida o por debajo de coste) por sistema. «Es un intrusismo impresionante, que no nos dejará levantar cabeza a las empresas», pronostica Maribel March.

Este intrusismo, detectado por asociaciones empresariales como la Associació Catalana d’Empreses de Neteja (Ascen) o la Asociación Profesional de Empresas de Limpieza (Aspel), está siendo ya combatido junto a organizaciones sindicales como UGT o CCOO, en forma de denuncia.

Pero para denunciar, hay que documentarlo –alerta Antonio González, miembro de la Junta Directiva de Ascen y responsable en las comarcas de Tarragona–, porque todo el mundo te lo explica, pero al final nadie te lo puede documentar.

Hasta la fecha, el principal blanco de estas denuncias de la mesa sectorial creada especialmente para combatir este fenómeno han sido ayuntamientos y administraciones públicas.

El fenómeno de las mujeres que se ofrecen para limpiar en domicicilios particulares cobrando ‘en negro’ es algo que «siempre ha existido en el sector, pero desde que hay la crisis va a más, porque las empresas buscan lo más barato», explica Maribel March, de ‘Net 100x100’.

Ahí radica hoy el salto qualitativo que ha encendido las alarmas en el sector de la limpieza, pero también en otros como el del mantenimiento industrial y de oficinas y, en general, de todos aquellos servicios externalizados: del domicilio particular se está saltando a la empresa.

En los edificios y fincas urbanas es un fenómeno muy extendido y poco a poco, las juntas de gobierno y el presidente de la comunidad, va revisando su contratación vigente para dichos servicios por ejemplo de limpieza y posteriormente procede a solicitar presupuestos de los diferentes servicios y es en ese momento donde se crea la posibilidad del INTRUSISMO.

En algunas ocasiones, son algunos vecinos e incluso los mismos conserjes o sus familiares, quienes se ofrecen para realizar dichas labores, sin nungún tipo de protección contractual o de riesgos laborales; todo por un precio menor, sin pólizas ni garantías.

En esencia, más y más comunidades de vecinos, de forma personal en la mayoría de los casos, pero también a través de sus administradores de fincas hacen la vista gorda, están prescindiendo de empresas legalmente contituídas en las que se pagan impuestos y con sus empleados asegurados, para contratar a particulares que, directamente en la economía sumergida, ofrecen tarifas mucho más económicas.

Una vez, conocemos la situación actual de las diferentes formas de contratación que se han ido implementando gracias a la crisis, solo se puede hacer el llamado a los administradores de fincas, a los vecinos y en general a las personas interesadas, de velar celosamente por que la comunidad en que vivimos se ajuste a los requerimientos actuales en cuanto a la contratación de personal de servicio, de esta manera estaremos protegiendo la continuidad en la prestación del servicio, las demandas o dificultades en el manejo de personal, el cubrimiento para el caso de los accidentes laborales y en resumen la dignidad del trabajo.

Tomado de la sección novedades del portal http://www.dafraservicios.com
El Administrador.

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