Imaginemos que las calles estuviesen cubiertas con una alfombra muy mullida. Pasear por ellas sería una maravilla. Los pies no sufrirían a cada paso (quienes tienen espolón calcáneo o fascitis plantar saben bien lo que es la dureza del asfalto), las articulaciones resentidas y la columna no recibirían los fuertes impactos que hacen que cada paso se convierta en una tortura. Además, la pequeña inestabilidad de la alfombra, haría que trabajase más nuestra musculatura, con lo que a medio plazo mejoraría nuestra postura general. Ese trabajo muscular supondría un mayor consumo de calorías y una mejora en la circulación de pies y piernas, que haría que mejorasen nuestros problemas de varices y celulitis…
Como soñar es gratis, podemos imaginar también que, además de todo eso, conseguimos que a cada paso, la planta de nuestro pie se ventile para mantenerse fresca y seca.
Por supuesto, todo lo anterior es absolutamente imposible. ¿O no lo es? Muchas veces, para buscar una solución sólo es necesario cambiar un poco el punto de vista. Por ejemplo, ¿qué pasaría si en lugar de alfombrar las calles conseguimos que ese efecto lo haga nuestro calzado?
Pues eso es, ni más ni menos, lo que ha conseguido el calzado Joya, la nueva generación de calzado, la última novedad presentada por Karl Müller. Muchos se preguntarán quién es Karl Müller. Pues se trata de la persona que más ha revolucionado la industria del calzado en los últimos tiempos.
En 1996, este ingeniero biomecánico suizo presentó un calzado totalmente diferente: inestable, con la suela en curva… Hasta el punto de que las compañías aseguradoras tenían sus reparos a la hora de realizar su póliza de responsabilidad civil, pensando que los usuarios de este calzado podrían llegar a caerse, con lo que las demandas vendrían en cascada. Hoy en día, el calzado MBT, conocido como “zapatos masai” o antizapato se puede encontrar en casi todo el mundo y son ya más de 300 las marcas que han imitado sus formas y dicen presentar sus mismos beneficios.
Pero Karl Müller es una persona inquieta y hace cuatro años dejó la empresa para seguir investigando. Así, montó un centro de investigación en la localidad suiza de Roggwil, uno de cuyos logros ha sido, precisamente, el calzado Joya.
Joya se lanzó hace un año al mercado alemán y ha sido tal el éxito que durante este tiempo este país ha ido absorbiendo casi toda la producción. Ahora llega a Bilbao de la mano de and&o (en la calle Rodríguez Arias, 5, junto al metro de Moyua, salida Diputación), la empresa que hace cinco años fue también pionera en la venta de MBT en su tienda CalzaSano de Deusto. Los que lo han probado coinciden en asegurar que es una sensación nueva, diferente a la de cualquier otro calzado: es muy blando y muy cómodo, distribuye la presión en la planta como no hace ningún otro zapato…
Pero es que Joya está pensado hasta el último detalle. Entre nuestros pies y la suela vamos a encontrarnos con tres capas, cada una de las cuales tiene su función específica. Así, las dos capas inferiores tienen su grosor y su densidad estudiados y diferenciados para cada milímetro, de manera que no haya puntos que puedan resultar dolorosos o incómodos al caminar o, simplemente al estar de pie.
Además, y ése es uno de sus aspectos importantes, estas capas están recubiertas de una fina película que les otorga una mayor resistencia y duración. Para ello es necesario que sigan un proceso de fabricación que exige que deban estar durante treinta minutos en el interior de unos carísimos moldes.
La pieza intermedia “baila” sobre la inferior, dando al conjunto una pequeña inestabilidad que hace trabajar la musculatura interna. De esta manera se van corrigiendo las posturas, se consumen más calorías y mejora la circulación. Además, esta pieza intermedia cuenta con una serie de canales que hacen que a cada paso llegue aire fresco a nuestras plantas. No es algo que se perciba, pero las personas a las que suelen sudar los pies lo notarán cuando, tras dar un paseo, vean que la planta se mantiene seca.
Por último, la capa superior es de un tejido que permite la transpiración y hace que llegue hasta las plantas el aire impulsado por las otras capas. Además, en el caso de las sandalias, está desarrollado con Ortholite, que tiene un tratamiento antifúngico y antiolor. Hay que mencionar también el zueco especialmente pensado para el sector sanitario, que cuenta con una suela especial antiestática y antideslizante.
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