http://www.laverdad.es/murcia/20080620/cartagena/cinco-estrellas-para-perros-20080620.html
Es en estos días cuando la apolillada campaña El nunca lo haría aparece en la mente de muchas personas que dudan qué hacer con su mascota durante las vacaciones. Para evitar los abandonos en cualquier cuneta de una carretera a merced de cualquier camión, en los últimos meses han proliferado en el municipio hoteles para perros. Son unas residencias donde los animales pasan su particulares vacaciones alejados de su dueños sin faltarles ningún tipo de comodidad. En Cartagena hay varios establecimientos de este tipo y la iniciativa es todo un éxito ya que cada año aumenta la demanda de estas instalaciones, que están a punto de colgar el cartel de completo durante julio y agosto.
La mayoría de estas residencias tienen en algunos casos unas instalaciones de lujo donde a los canes no les falta peluquería, una habitación individual, patios con sombra donde duermen hasta la siesta y por si esto fuera poco, un cuidador que los limpia y mejora su adiestramiento durante todo el día.
Una de las empresas que se dedica a este negocio es el centro canino de La Almazara, que acoge cada verano a cerca de treinta mascotas en sus instalaciones de Santa Ana. Le quedan muy pocas plazas y está a punto de quedarse sin sitio.
Coste asumible
«Llevamos varios años con este servicio y cada vez tenemos más clientes. Es una opción que damos a la gente para que no abandonen a sus animales. Aquí disfrutan y se les cuida como si estuvieran en casa. Muchos no quieren irse cuando viene su dueño. No les falta de nada», explicó el gerente del centro canino La Almazara, Andrés Segado.
El cariño no entiende de crisis y los dueños de las residencias aseguran que es un gasto asumible para cualquier familia. Así, el coste medio de la estancia de un perro es de 10 a 12 euros. Es como un viaje al Caribe con todo incluido: comida, juegos, paseos, una mejora de su adiestramiento, descanso y, sobre todo, limpieza. Generalmente los servicios de peluquería y veterinario van aparte, aunque se pueden añadir otros porque «si el cliente quiere vamos a recoger al animal a su casa y después lo entregamos de nuevo», añadió Segado.
La mayoría de los animales suele ser perros, aunque la proliferación de mascotas ha hecho que los dueños de las residencias amplíen sus instalaciones para acoger otro tipo de animales, como gatos o mapaches, por ejemplo. Los empresarios dicen que los inquilinos se llevan bien aunque los instalan en «habitaciones separada. Por si acaso».