La cavitación es un tratamiento médico estético a la vanguardia muy efectivo para reducir y eliminar acumulos de grasa localizados y celulitis.
Basada en los efectos de los ultrasonidos en los líquidos, genera una serie de burbujas que implosionan sobre las paredes de los adipocitos. De esta manera, se consigue licuar la grasa, que se elimina a través del sistema linfático y la orina.
Tras una valoración general, se procede directamente a aplicar un gel de ultrasonidos (como el de las ecografías convencionales) y, acto seguido, se tratan las zonas previamente marcadas con un cabezal especial que consigue una penetración del ultrasonido de hasta diez centímetros. La sesión puede durar entre media hora y una hora, a razón de unos diez minutos por cada 100 centímetros cuadrados de superficie tratada.
El número de sesiones necesarias para obtener unos resultados visibles es muy variable, depende de cada persona, aunque los resultados se suelen ver desde la primera sesión. Como media, suelen realizarse de tres a diez sesiones, con una periodicidad semanal.
Como única precaución a tener en cuenta para garantizar unos resultados satisfactorios, es muy recomendable beber mucho líquido los días previos y posteriores al tratamiento, mantener una dieta moderada y realizar algo de ejercicio tras el tratamiento. Los resultados son visibles en perdida de volumen y reducciòn de los acumulos de grasa, en algunos casos se llega a reducir varios centìmetros en una sesiòn.
El número de sesiones necesarias para obtener unos resultados visibles es muy variable, depende de cada persona, aunque los resultados se suelen ver desde la primera sesión. Como media, suelen realizarse de tres a diez sesiones, con una periodicidad semanal.
El tratamiento con sistema de cavitación se recomienda en los casos en los que la persona presenta acúmulos grasos localizados que no suelen responder bien a las dietas ni al ejercicio. Se trata de una terapia especialmente indicada para aquellas personas más reacias a pasar por el quirófano para realizarse una liposucción convencional.
Para conseguir resultados más notables, se pueden realizar tratamientos complementarios como la mesoterapia corporal que ayuda a la reducción corporal y a la reafirmación de los tejidos.
Después de la cavitación es imprescindible contar con un drenaje linfático por presoterapia para eliminar líquidos y grasa licuada.