Audiotec realiza la certificación acústica de las puertas del Hotel Valbusenda para asegurar su confort

La empresa Audiotec, ingeniería especializada en acústica y control de ruidos, ha realizado los ensayos necesarios para la certificación acústica de las puertas instaladas en el Hotel Valbusenda, que forma parte de un complejo enoturístico enclavado en Peleagonzalo (Zamora), dentro de la Denominación de Origen Toro, en el que se han invertido 20 millones de euros para la construcción de una bodega inaugurada en 2008. El hotel spa de cinco estrellas -el primer alojamiento de esta categoría con el que cuenta la provincia de Zamora- que tiene prevista su inauguración para mayo de 2010, ha recibido el asesoramiento técnico necesario por parte de Audiotec en la colocación de las puertas acústicas del hotel para que no pierdan sus propiedades acústicas, asegurando, de esta forma, el confort de los futuros huéspedes del complejo.

Los expertos de Audiotec han llevado a cabo pruebas y ensayos en las entradas utilizando las Cámaras Normalizadas para la realización de Ensayos Acústicos –situadas en la sede de la empresa, en el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid)-. Esta infraestructura permite realizar todos los ensayos acústicos necesarios para determinar el cumplimiento de la normativa vigente de los materiales que certifica, mientras que los informes del laboratorio permiten demostrar la idoneidad de las sistemas constructivos analizados.

Por su parte, el Hotel Valbusenda se sitúa a escasos metros de la bodega, con 35 habitaciones de diferentes categorías, desde estándar hasta suites que superan los 60 metros cuadrados; todas ellas con enormes ventanales que miran hacia la Vega de Toro o los montes circundantes. Además, cuenta con un restaurante centrado en comida tradicional con una base moderna; un salón de eventos con capacidad para 400 personas y un spa con instalaciones independientes del hotel, con gimnasio y pistas de tenis y pádel.

El arquitecto del proyecto es el zamorano Leocadio Peláez, que ha diseñado las estancias pensando en el visitante, como demuestra una estructura transparente para contemplar todas las zonas y procesos que se desarrollan en las instalaciones -de 6.000 metros cuadrados, de los que 4.000 se destinan a elaboración de vino-, sin interferir en las diversas actividades que se realizan, gracias a una pasarela acristalada que permite ver desde la sala de barricas hasta la zona de embotellado y etiquetado, pasando por los depósitos y el botellero.

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