La hipnosis puede ayudar a modificar nuestra forma de ingesta, el impulso por la comida y las conductas inadecuadas relacionadas con la dieta.
No hay trucos ni "sesiones milagro" que hagan que de repente una persona con obesidad comience a perder peso sólo por haber estado bajo hipnosis. Dicho esto, podemos afirmar que mediante técnicas cognitivas y conductuales y la ayuda de la hipnosis y las sugestiones posthipnóticas, que en unos casos serán aversivas hacia ciertos alimentos hipercalóricos o a ciertas conductas inadecuadas, y en otros casos serán afirmativas para reforzar conductas saludables asociadas al ejercicio físico o a evitar el sedentarismo, podremos ayudar a perder peso. Eliminar la ansiedad, que a su vez genera un mayor impulso para comer de manera compulsiva muchas veces, o de manera desproporcionada es un primer objetivo a conseguir mediante las técnicas de hipnosis. Comer más despacio, que permita a nuestro aparato digestivo enviar la señal de saciedad al cerebro sería otro de los elementos clave en nuestro tratamiento mediante hipnosis. por último queda la psicoeducación y reestructuración cognitiva hacia un modelo de ingesta saludable y equilibrado.
Lo ideal es conseguir una reducción de peso permanente en el tiempo y para ello se hace de forma gradual, no más de 1 kgr por semana, lo que permite al paciente bajar entre 12 y 15 kgrs en 3 meses tras la primera sesión.
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