Armada con mi cámara de fotos y acompañada de “mi chico”, cada domingo que puedo me preparo para las excursiones organizadas con el grupo de Fuerteventura el golpito. El bus (guagua en majorero) nos espera bien prontito para adentrarnos en un viaje sin mapa por esta isla canaria que seguramente culminará en aventura. Ya se trate de playas, senderos rurales, zonas recónditas o cualquier otro inaccesible lugar, aprovecho para sacar decenas de fotos y colgarlas en Facebook. Más tarde las usaré como pretexto para compartir impresiones y conversar con mis amigas. La información sobre Fuerteventura la incremento a cada paso que doy, contemplando la majestuosidad y la belleza de los espacios naturales por los que transcurre nuestra caminata. El camino se hace largo aunque el paisaje es, sencillamente, divino. La tienda y su extenso catálogo de ropa interior femenina se quedan en casa… Entre mis planes no se encuentra llevármelas conmigo en este viaje… Pueden esperar a mañana mientras disfruto de un hermoso día al aire libre.
Un día que puede resultar maravilloso
Son las ocho menos cuarto de la mañana y desde hace rato estoy preparada para ir a la parada de la guagua, donde de forma puntual nos esperará el vehículo frente a los juzgados de Puerto del Rosario para llevarnos a nuestro punto de partida… Mi chico ya lleva un buen rato en el baño… Se me hace curioso que sea él quien, a diario, me recuerde que somos nosotras quienes nos encerramos en el W.C. para tardar una eternidad… ¡Paradojas de la vida!
Por fin César abre la puerta del servicio y una cortina de vapor se expande vertiginosamente tras la espalda de su ocupante… Apuro de un sorbo mi taza de café recién hecho y me despido de mi hogar, huérfano temporal que se queda en sepulcral silencio, hasta mi regreso a la tarde.
Llegamos a la parada a las ocho menos cinco y subimos a la guagua… Mientras me adentro por su interior en busca de un par de asientos donde acomodarnos voy saludando a los demás compañeros que fielmente acuden a su cita… Son muy pocos los que no conozco… Saludo cortésmente a diestro y siniestro y ellos me devuelven una sonrisa en señal de aprobación.
No hay espacio para el aburrimiento, no hay lugar para las preocupaciones, ni sitio para la tristeza… Aquí hemos venido a caminar y solo por una cuestión de supervivencia deben quedar los lastres en casa… ¿Quien sabe? Quizá cuando regreses alguien se los ha llevado o sencillamente se han esfumado por arte de magia.
Una vez sentados, deposito junto a mis pies la mochila… Se encuentra cargada con un par de bocadillos de tortilla y de jamón, dos botellas de agua – que no falte – y un paquete de frutos secos y de dulces… Todo un arsenal alimenticio que sucumbirá, poco a poco, al compás de nuestras pisadas.
No des pie al aburrimiento
Llevamos quince minutos caminando y ya empiezo a hacer fotos del lugar en el que empezamos. Ya nos han advertido que la ruta de Jacomar es especialmente dura y que debemos hacer algunas paradas en el camino.
sujetador
Conforme voy avanzando me asalta un pensamiento que es a la vez recuerdo y sensación: “Mi tienda me gusta”… Pienso que me encanta el trabajo que tengo con la lencería, aunque cargar con ella en este viaje por Fuerteventura no está en mis planes. Por ese motivo hoy domingo descansaremos las dos, tienda y dependienta, cada una buscando su espacio.
Sigo caminando y sonrío al recordar que mañana debo avisar a Lucía, pues ya le ha llegado el sujetador deportivo a medida que pe pidió… Me parto de risa con sus comentarios: “Fíjate tú, operarme de las tetas y no acordarme de que me hacen falta sujetadores especiales”… Mañana la llamaré por teléfono y tomaremos un café antes de llevarse su preciada prenda íntima.
¿Los descansos para comer? Para mí son los mejores restaurantes de Fuerteventura
El monitor de senderismo nos hace una señal de stop… Vamos a descansar un rato porque el calor es sofocante y nuestras gargantas están resecas. La sequedad no se produce solo a consecuencia de la elevada temperatura sino por el polvo que levantamos al caminar, aunque con los sorbos de agua noto cómo mi laringe se va despejando poco a poco.
Cuando noto el cuerpo relajado nuestro guía vuelve a hacernos una señal: ¡Hay que seguir!… Nos quedan alrededor de tres horas más para terminar la ruta y nos acompaña la brisa azotándonos en el rostro, el sol calentando nuestros cuellos y el azul del océano flotando en el horizonte… Un espectáculo salvaje que solo puede disfrutarse en este lugar y en este instante… Una orquesta de naturaleza y armonía disponible tan solo en Fuerteventura, aquí y ahora.
Finalmente llegamos a nuestro destino y, tras alegrarnos de la hazaña, nos disponemos César y yo a sentarnos en un bar que hay cerca… Algunos compañeros llegaron quince minutos antes que nosotros aproximadamente, aunque a juzgar por la cantidad de latas de cerveza que hay sobre la mesa cualquiera diría que llegaron quince días antes.
Hablamos de los lugares que hemos visitado, conversamos sobre lo que tenemos preparado para la tarde, reímos juntos y finalmente subimos a la guagua para que nos lleve de vuelta a Puerto del Rosario…
En casa se quedó Madela Lencería… allí sigue durmiendo plácidamente junto con sus pantys, sus bragas, sus brassiers, sus bikinis, sus trikinis, sus pijamas de verano… Allí aguardan todos juntitos a que mañana lunes les salude efusivamente y les cuente qué tal me fue en mi experiencia con Fuerteventura al golpito.
Al llegar a casa me quito las botas y cae alrededor de un kilo de arena sobre el suelo… Los calcetines, con un color ocre grabado a fuego, se meten casi solitos en la lavadora mientras el frío del agua de la ducha me devuelve a la realidad… Al salir veo que César lleva un buen rato durmiendo como si estuviese muerto… Decido fallecer a su lado.
Ya vestida y con el pijama puesto enciendo el ordenador y me dispongo a subir las fotografías a Facebook para que mis familiares y amigos vean lo que he hecho durante el día… Al acabar de subirlas me dispongo a escribir un artículo para el Blog de Madeleine y pienso un título sugerente… Tras unos minutos de reflexión decido llamarlo de esta manera: ¿Qué ver en Fuerteventura? Solo Camina y obtendrás la respuesta.
En Puerto del Rosario, a 28 de abril de 2011
Madeleine