(Árnica, Estornudadera, Tabaco de montaña, Flor de tabaco)
Al eminente botánico Font Quer le llama la atención el hecho de que una planta de uso tan general como el árnica, qué gozó de fama poco común entre los médicos, lo mismo que entre las gentes del pueblo, fuese desconocida de los grandes farmacólogos de la antigüedad, de hecho, los primeros documentos escritos que hablan de Arnica montana L. se remontan al Medievo. Las ilustraciones más antiguas conocidas del árnica se encuentran en el tratado de botánica de Matthiolus (1558) donde se describía la planta con el nombre de alisma.
De cualquier modo, quien no ha oído la frase “está pidiendo árnica” “necesita árnica”. Su significado viene a ser que necesita ayuda porque está en una situación apurada, y eso es lo que hace esta increíble planta, ayudarnos y mucho.
Crece o crecía en los terrenos húmedos, ciénagas y las praderas de las montañas no fertilizadas, de 600 m. hasta 2700 m. de altitud. Posiblemente nos la hemos encontrado más de una vez en nuestros paseos por la montaña y campo, y digo crecía, porque su recolección desmesurada y sin control le ha incluido en la lista de plantas en peligro de extinción, ya sabemos, los humanos siempre ayudando.
¿Y en que nos ayuda? Por vía externa (siempre) aplicada sobre la piel en forma de TINTURA, es un poderoso antiinflamatorio. Hoy en día existen laboratorios que nos proporcionan pomadas de árnica de excelente calidad, pero podemos hacer nosotros la tintura:
“20 gr de flores y raíces secas (se compra en el herbolario), puestas a macerar durante 15 días en 100 ml de alcohol de 90º. También se puede poner a macerar en aceite (oliva, almendras) la misma cantidad. Se empapa una compresa con unas gotas de tintura de árnica diluida en aguas y se aplica sobre la zona afectada. La tintura sin diluir puede irritar la piel.
Utilizar para el tratamiento de hematomas, esguinces e inflamaciones.
Tiene propiedades antirreumáticas y para reducir el dolor muscular. Acelera la recuperación en casos de tromboflebitis y de los edemas producidos por traumatismos.
Remedio natural para el lumbago e incluso hemorroides, aplicando aceite infusionado con árnica.
Si hacemos enjuagues bucales con la infusión o tintura de árnicamantendremos una salud bucodental óptima.
Recupera la salud de tu piel con la árnica. Esta planta mejora los casos de irritación, prurito, acné o eczema. Prepara una infusión y aplícala localmente. O podemos optar por el aceite, cataplasmas o ungüentos.
Descubramos las maravillosas propiedades de esta planta que nuestras abuelas y abuelos ya conocían.
“Los prados y las colinas son las mejores farmacias “
(Paracelso. Médico y naturalista del siglo XVI).
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