MANUELA PAREDES VILLALBA

Breve reseña de la Antigua Almazara Arabe, y de sus dependencias, donde Vd., se encuentra, y que con mucho gusto le mostraremos si Vd., lo desea.

El Restaurante- Mesón “Molino de la Romera”, se ubica en un edificio antiguo, construido hacia el siglo XIV al XV, para almazara árabe, es de los pocos de esa época, que se conservan con algunas modificaciones, en la ciudad de Carmona. En el bien conservado, archivo municipal, existe un acta capitular, donde se amonesta al propietario, un árabe o morisco, para que encauce los alpechines por una atajea, y no los vierta libremente atravesando la calle por la calzada hasta la muralla de la ciudad, situada, en el borde del escarpe próximo. La planta del edificio es sensiblemente cuadrada, con fachada a tres calles. Por la actual fachada principal, se accedía a la almazara, atravesando una zona de apeadero y descanso para las bestias y carruajes, hoy ocupada esta por la terraza. El edificio se distribuye, alrededor de un patio central, situándose a izquierda y derecha de este, conforme se entra, las dependencias propias de la almazara, dando también a la fachada principal y, al fondo del patio, la vivienda, con acceso independiente desde la calle posterior Por la fachada posterior, se entraba a la vivienda, con la distribución típica, de zaguán, corredor, la escalera de subida a la magnifica y única en la ciudad Torre-Mirador y, las habitaciones a ambos lados, hasta el patio principal. Hoy, esta zona, la ocupan cocinas, oficio y almacén. En la parte alta los soberaos.

EL PATIO.- De planta cuadrada, presenta dos alzados con arcos de medio punto, de ladrillos de tejar a cara vista, sobre columnas talladas en piedra caliza, de una sola pieza, en lo que parece es un añadido posterior, formando un porche y un trasdosado. Las columnas pueden proceder del acarreo desde el próximo alcázar del Rey D. Pedro I, que sufrió un derrumbe parcial tras el famoso terremoto de mil quinientos, por lo que el palacio del alcázar, quedo deshabitado, y abandonado, y expuesto al expolio de los elementos aprovechables, para las casas cercanas. En el patio se puede observar el brocal del aljibe, tallado en piedra caliza, de gran dureza y, de una sola pieza. El agua necesaria para la almazara, procedía de la lluvia sobre los tejados, que una vez limpios se recogía en el gran aljibe, que ocupa aproximadamente una cuarta parte de la superficie del patio, y escavado en la roca del alcor hasta una profundidad de seis metros, sus paredes están recubiertas de un estuco de cal de color rojo. Y el pilar de abrevadero.

LA ALMAZARA.- A la derecha del patio se encuentra el acceso a las salas propias de la almazara. La primera de planta rectangular alargada, esta divididas por dos muros de arcos de medio punto y rebajados, en los arcos pequeños se alojaban los trojales y, bajo los arcos mayores, la solera con los rulos o muelas cónicas de granito, que eran movidos por tracción animal, (hoy el “salón de la chimenea” esta dedicada a mesón y, la zona de la barra). A continuación pasamos al “salón de la viga”, en la fachada al este del edificio, y donde se ubicaba la viga y la prensa del molino, así como las tinajas, para la decantación del aceite. Mas larga y estrecha que la anterior; el extremo norte esta ocupada por la base de la torre-contrapeso de la viga, en este caso rematada por un magnifico mirador del siglo XVII o XVIII, que servia equilibrar la acción de palanca de la viga, (esta de gran longitud, casi la de la sala y, en cuyo extremo colgaba de un tronco de palmera, tallada, en forma de tornillo, con una gran piedra en la parte inferior llamada “bolo”, que se alojaba en un foso redondo, como se ve en algunas de las fotos expuestas. Esta viga de gran longitud y dureza, se formaban con madera procedentes del lastre de los barcos, bien de caoba, cedro u otra madera similar. Según un director del museo del aceite de Baeza (Jaén), la viga allí expuesta, procede de aquí. El molino, con la maquinaria tan rudimentaria, estuvo funcionando hasta el año 1937, con trabajadores que venían desde Galicia, durante varios meses. En ese año el propietario del edificio, decide desmantelar el molino, y dedicar el edificio a almacén de trigo, (un bien escaso en esos años de hambre), y para preservar el trigo de la humedad, cubre el suelo y, pinta zócalos en toda planta baja, con un mortero de arena y betún, que hoy aun se conserva como testimonio de la época y del uso.

BODEGAS Y PAJARES.- A la izquierda del patio, se encuentra el “salón de las bóvedas”de planta rectangular, con pilares de ladrillos, que la divide en dos crujías, abovedadas a cuatro cascos, con ladrillos planos, las bóvedas que observamos son las originales, solo la parte próxima a la fachada está reconstruida, al hundirse por sobrecarga de trigo, en los años cuarenta del siglo pasado. Esta sala parece ser que fue la bodega de los odres o vasijas del aceite. En esta sala hay dos curiosidades, la primera en el muro a la derecha de su entrada, una especie de saetera, casi a la altura del suelo, que comunicaba esta dependencia con otra al otro lado y, junto a la que había una especie de tina o bañera a ras del suelo, excavada en la roca, ligeramente desplazada a un lado, con las paredes interiores enlucidas y, pintadas con cal, por lo que parece era un baño, y así evitar la vista indiscreta del servicio

Otra curiosidad, son las pequeñas trampillas de madera existentes en el centro de las bóvedas, que servían para vaciar las plantas altas del grano almacenado previamente, hasta la planta semisótano, situada por debajo del suelo de esta sala, donde los carros o la bestias cargaban el cereal, sin tener que transportar los costales a hombros, como en el almacenaje. Entre la fachada y el patio hay un salón, de dos crujías, con pilares y arcos de ladrillos, el uso primitivo no esta muy claro, aunque pudo ser para las cuadras, hoy cafetería, en uno de los arcos se pude ver un ladrillo, con una inscripción grabada en la arcilla ante de cocerlo en el horno, y cuyo texto no conocemos con exactitud, ya que el esgrafiado esta relleno de mortero, aunque puede hacer referencia a la fecha de la obra y, al maestro albañil, autor de la obra. Otra pieza importante, expuesta en esta sala, es una pieza del tamaño de un ladrillo, de yeso tallado con una frase o alabanza del Coran, localizada por azar en el Salón Mansarda, en la planta alta, durante las obras de rehabilitación realizadas en el año 1994, y, que a juicio del Profesor D. Rafael Valencia, de la Universidad de Sevilla, especialista en la materia, es de gran valor, por la calidad de la pieza, similar a las que existen en la casa de Pilatos en Sevilla, y cuya trascripción dice: “Todo para Dios” o “El Poder de Dios”, (debido al deterioro no se puede leer correctamente). Las antiguas cuadras de la almazara, situadas a la izquierda del edificio, en la actual casa colindante, siendo tiempo atrás. En la planta alta se encuentra el “salón de los arcos” y, el “salón mansarda” a destacar este por ser el mas grande y el mas importante de todo el edificio, a juicio de los especialista, ejemplar único por las proporciones y por la cubierta, del tipo, barco invertido, a cuatro aguas, con pares y, tres filas de tirantes; el espesor de los muros de casi un metro de espesor, soportan el empuje de los tejados. Estos serian los antiguos pajares o almacenes. En los años del siglo pasado en que destinaron a granero, se rajaron los muros por la esquina, provocando el hundimiento de parte del suelo. En la parte del suelo antiguo, se observan algunas piezas de ladrillos, con el agujero de las trampillas, por donde vaciar el grano al sótano En el muro de fachada, orientado sur-este, había una pequeña ventana, entre las dos actúale y, junto al dintel de la misma, estaba escondida la pieza de yeso, antes mencionada, con la alabanza del Coran. Cuando al Profesor Valencia observo la pieza encontrada, hizo una descripción exacta, de la sala respecto al edificio, de la orientación del muro donde se escondía y la situación, junto al dintel de una ventana, mirando a la Meca. La explicación, es que en la casa vivieron moriscos, no conversos o falsos conversos, que a escondidas oraban, junto a la alabanza (similar al ave Maria de nuestras puertas), sin que se vieran signos externos de su practicas piadosas.

LA TORRE-MIRADOR.-Por ultimo la torre mirador, ejemplar único en toda la comarca, ya que en los molinos de aceite o almazaras de la comarca, las torres de contrapeso de la viga en general tienen forma de pirámides macizas, de forma cuadrada, hexagonal u octogonal, mas baja y mas pequeñas, con el acceso por el exterior.Esta torre-mirador, situada en uno de los puntos mas elevados de Carmona, es de traza cuadrada, y el alzado similar a las existentes junto a la Alambra de Granada, bien pudo servir a los propietarios de la casa, disfrutar de las vista y, ver sus fincas de los alrededores. Durante el tiempo que el edificio fue granero, la torre y soberaos de dedicaron a palomar.