ESMUT - Espai Musical de Terrassa -

Desde tiempos inmemorables y aplicado a todas las sociedades, la música ha sido una actividad implícita a los seres humanos, estando presente en la casi totalidad de actividades personales y sociales de la vida cotidiana. En este entorno, encontramos sociedades donde la música es parte de forma natural en la relación entre los miembros que la conforman, convirtiéndose en manifestaciones que igualan su importancia en la comunicación verbal y donde la figura del músico no está vinculada a la especialización que reclama el mundo occidental. Es decir, la práctica musical y la sociedad están totalmente vinculadas creando un marco de igualdad, de cohesión social, siendo parte esencial del aprendizaje, de la cultura y por tanto de la identidad de todos sus miembros.

Dentro de la especialización que reclaman nuestras sociedades, la música ha creado en su entorno un espacio cultural reducido donde sus miembros supuestamente forman un grupo de “personas dotadas por la práctica musical”, dejando de lado a todos aquellos miembros del grupo que por alguna razón u otra no están considerados por la sociedad aptos para esta actividad. Esta es una visión totalmente simplista de la realidad.

Se trata pues, imitando los procesos de aquellas sociedades que llamaremos “participativas”, que la música llegue a todas las capas de la sociedad de forma natural y teniendo como criterio fundamental la capacidad innata de comunicarse a través de ésta.

Transmitir el amor por la música, sea profesional o amateur, sea con personas con necesidades educativas especiales, debe ser el objetivo principal de nuestra escuela, y enseñar a tocar un instrumento, cantar y conocer los fundamentos de la música a lo largo de su historia será nuestra misión como profesionales de la educación musical, sin embargo que fomentar la participación, el compromiso del trabajo en equipo, la solidaridad, el deseo de superación, la constancia, el esfuerzo por superar las dificultades y la buena armonía.

Pero, siguiendo con nuestra visión “participativa”, no podemos dejar de lado que dicha participación debe estar dentro del entorno social y es por eso que la presentación del trabajo musical debe ser transmitido al resto de miembros de la comunidad, porque podemos disfrutar todos y fomentar el amor por la música.

El modelo de participación implica, además, que la teoría musical debe estar muy bien compaginada con la práctica y la utilización de las nuevas tecnologías, que generen un marco cercano y cómodo de aprendizaje.